De cualquier forma nos podemos comunicar. La más mínima situación nos puede inspirar. El escrito que a continuación enseño es el resultado de una visita al cementerio de San pedro en la ciudad de Medellín. Allí, según cuentan, una madre murió en la tumba de su hijo. Lo que quise hacer fue una posible representación de lo que ella tal vez sintió.
HASTA QUE VENGAS POR MÍ
Van cuatro días y tres noches, aún no sé nada de ti. Puedo respirar aún tú aroma y tengo la certeza de que volverás. Sé que el camino que tomaste es largo, pero tiene fin. Quisiera emprender el mismo camino que tú y encontrarnos al final.
Imagino que ni siquiera me piensas, o tal vez ¿si? Pero ¿por qué habrías de hacerlo? Nunca supiste de mí, aunque estuve tan cerca. Nunca me escuchaste, aunque te hablé muchas veces al oído.
Hoy estoy sentada, aquí, en el lugar de siempre, bajo el mismo árbol, entre las mismas rejas. En este aparente jardín, que no tiene nada de bello si tú no estás aquí. Las flores te extrañan, yo te extraño. Estoy rodeada de gente, pero la soledad me embarga. Sólo el imagina tu mirada, tu voz, tu cabello y hasta tus manos, hacen brotar de mi un llanto que no puedo evitar. Es la tristeza que inunda mi corazón.
Todos me dicen que no volverás, pero sin embargo yo te espero. Hace un calor insoportable, pero aún no me quiero ir; tengo sueño, pero no me quiero dormir; los zapatos me tallan, pero no me los quiero quitar; la verdad, es que sólo quiero que estés aquí, que vengas por mí.
La rosa que te traje comienza a marchitarse, siento que mi tiempo ya se está acabando, me estoy marchitando al igual que ella, y tú aún no llegas. El tiempo corre y el día se está acabando, ahora sobre mí sólo hay sombra, el sol alumbra a otro lado. Aunque para mí, no tiene importancia, porque desde que te fuiste, el sol dejó de alumbrar para mí. Tú eras el sol de mi vida.
Me siento cansada, pero no importa, porque comienzo a sentir que vienes por mí. Me recostaré a esperar a que acabes de llegar. Mis ojos me pesan y ahora sí los quiero cerrar, porque así te puedo ver. Coge mi mano, sé que lo puedes hacer. No tengo miedo de emprender tu camino, porque ya voy contigo. No mires atrás, ya no importa, acaso ¿no ves que ya se deshojó?
HASTA QUE VENGAS POR MÍ
Van cuatro días y tres noches, aún no sé nada de ti. Puedo respirar aún tú aroma y tengo la certeza de que volverás. Sé que el camino que tomaste es largo, pero tiene fin. Quisiera emprender el mismo camino que tú y encontrarnos al final.
Imagino que ni siquiera me piensas, o tal vez ¿si? Pero ¿por qué habrías de hacerlo? Nunca supiste de mí, aunque estuve tan cerca. Nunca me escuchaste, aunque te hablé muchas veces al oído.
Hoy estoy sentada, aquí, en el lugar de siempre, bajo el mismo árbol, entre las mismas rejas. En este aparente jardín, que no tiene nada de bello si tú no estás aquí. Las flores te extrañan, yo te extraño. Estoy rodeada de gente, pero la soledad me embarga. Sólo el imagina tu mirada, tu voz, tu cabello y hasta tus manos, hacen brotar de mi un llanto que no puedo evitar. Es la tristeza que inunda mi corazón.
Todos me dicen que no volverás, pero sin embargo yo te espero. Hace un calor insoportable, pero aún no me quiero ir; tengo sueño, pero no me quiero dormir; los zapatos me tallan, pero no me los quiero quitar; la verdad, es que sólo quiero que estés aquí, que vengas por mí.
La rosa que te traje comienza a marchitarse, siento que mi tiempo ya se está acabando, me estoy marchitando al igual que ella, y tú aún no llegas. El tiempo corre y el día se está acabando, ahora sobre mí sólo hay sombra, el sol alumbra a otro lado. Aunque para mí, no tiene importancia, porque desde que te fuiste, el sol dejó de alumbrar para mí. Tú eras el sol de mi vida.
Me siento cansada, pero no importa, porque comienzo a sentir que vienes por mí. Me recostaré a esperar a que acabes de llegar. Mis ojos me pesan y ahora sí los quiero cerrar, porque así te puedo ver. Coge mi mano, sé que lo puedes hacer. No tengo miedo de emprender tu camino, porque ya voy contigo. No mires atrás, ya no importa, acaso ¿no ves que ya se deshojó?
0 Comments:
Post a Comment
<< Home