Más allá de los medios de comunicación

En este blog podrá encontrar comentarios acerca de los medios de comunicación. Reseñas o comentarios de libros. Historias y cuentos.

Thursday, December 14, 2006


TELEVISIÓN REGIONAL Y LOCAL

Los canales regionales y locales tienen que ser punto de encuentro donde el espectador se sienta identificado, donde pueda sentirse como en casa.

Siempre me ha interesado mucho el trabajo con los niños, saber que clase de televisión consumen y por qué lo hacen. Recuerdo que hace algún tiempo para un trabajo de la universidad me propuse hacer una pequeña investigación sobre el consumo de medios de comunicación en niños de 8 y 9 años, el resultado no me asombró, pero si me puso a pensar. La mayoría de los niños y niñas, por no decir que todos, tienen como sus programas favoritos aquellos que pasan por el cable. Entrevisté alrededor de 40 o 45 niños y niñas, y ninguno me mencionó programas de televisión regional.

Al igual que los niños, he hablado con compañeros sobre que clase de televisión les gusta ver, y muchos de ellos prefieren ver canales de series extranjeras como los son: Warner Channel, Discovery, People and Arts, entre otros, pero que no canales regionales o locales, a excepción de unos pocos programas que estos ofrecen. Reconozco que los programas de televisión que brindan los canales regionales en ocasiones no es del agrado de muchos, porque son programas hechos para un público específico y con temas específicos, sin embargo, como lo mencioné en un principio, los canales regionales y locales deberían ser un punto de encuentro para las personas de la ciudad o el municipio al cual pertenecemos, en este caso Antioquia o Medellín.

Alguna vez leí a Ana Cristina Navarro Posada, Gerente de Teleantioquia, en un artículo en el que escribía lo que debía ser un canal regional y local. Ella planteaba que los contenidos y los formatos de la televisión regional y local, debían alimentar los sueños, dar soluciones y plantear retos. Que deberían ser canales más informales, más ágiles, que brinden la oportunidad que los referentes propios de la región adquieran múltiples formas y representaciones.


Al igual que ella, pienso que los canales regionales nos deben brindar esas opciones de las que habla ella. Que los canales regionales y locales deben ser canales que permitan a sus televidentes, más que ser espectadores, ser partícipes del programa, es decir, que se genere una retroalimentación. Que brinde un espacio para la participación ciudadana, que generen opinión pública, que ubiquen al espectador en lo que acontece en la región, pero sin necesidad de ser violentos, como ocurre en muchos de los canales que brinda el cable.

Considero que la televisión regional, debe rescatar lo que la televisión comercial ha dejado de lado. Que sea capaz de formar ciudadanos críticos que se sientan comprometidos con su región. A demás de ser capaces de producir programas, que aunque sean de tipo educativo o con temas específicos, en algunos casos, sean programas entretenidos y creativos, que es lo que me parece a mí le falta a muchos, y que por eso, precisamente, no han logrado captar la atención de mucho público.


Un programa regional debe brindar: formación ciudadana, opinión pública, un punto de encuentro, de debate, pero sobre todo, un espacio donde el televidente se sienta identificado con su región, con su cultura, con la pasa en su departamento o ciudad, de la manera más creativa y entretenida posible.
¿QUÉ ES COMUNICACIÓN PARA EL DESARROLLO?


Cuando se habla de Comunicación para el Desarrollo, se debe tener muy claro, que la comunicación debe ir mucho más allá del sólo hecho de informar. Según Juan Carlos Ceballos Guerra, Comunicador Social de la Universidad Pontificia Bolivariana e investigador del CEHAP (Centro de Estudios del Hábitat Popular) de la Universidad Nacional de Colombia sede Medellín, la Comunicación para el Desarrollo siempre tiene en cuenta características importantes de la cultura, porque cualquier envío de información pone en relación símbolos, códigos verbales y no verbales, medios y canales, y por supuesto, emisores y perceptores que están marcados por un respectivo aprendizaje en la cultura; cada acción comunicativa se da en un determinado escenario social.

Toda comunicación tiene una intencionalidad donde el emisor pretende además de informar, rescatar valores sociales, cambiar, formar y promover cambios de actitudes y conductas en las personas y grupos sociales. Es una comunicación que siempre piensa en educar y quiere promover cambios en las prácticas culturales de las personas, en su cosmovisión, en su relación con los otros, con el entorno natural.

Al igual que Ceballos Guerra, pienso que la Comunicación para el Desarrollo siempre debe mentalizarse como un proceso en el cual el comunicador cumple una labor muy importante, donde no sólo se ocupa de informar a una comunidad, sino que se ocupa de cambiar la mentalidad de ésta, siempre y cuando sea para mejorar, logrando así generar planes de desarrollo sostenibles, con los cuales dicha comunidad tenga la oportunidad de satisfacer sus necesidades básicas. Y cuando hablo de necesidades básicas, me refiero a aquellas que mejoran la calidad de vida, estás son: la subsistencia, el entendimiento, la protección, la creación, el afecto, la participación, el ocio, la libertad y la identidad.

La Comunicación para el desarrollo se debe regir siempre por una comunicación participativa. Pero ¿Qué es una Comunicación Participativa?, pues bien, una Comunicación Participativa, es una propuesta metodológica que incluye a la comunidad en su proceso, que siempre busca el resolver el por qué, es decir, su investigación es cualitativa y no cuantitativa; ésta siempre va de la mano o está acompañada de la acción; tiene una óptica desde abajo y desde adentro y debe trabajar siempre con la gente y no para la gente.

El comunicador que trabaje la comunicación para el desarrollo debe ser capaz de generar planes de desarrollo sostenibles que promuevan un desarrollo integral; una capacidad de comunicación, opinión y expresión en la comunidad; impulsen la capacidad de autogestión; recreen valores, historias, tradiciones propias de la comunidad y propicien diálogos de saberes.


Los medios masivos de comunicación también cumplen un papel fundamental en la comunicación para el desarrollo. De acuerdo con Wilbur Schram, los medios de comunicación de masas están llamados a desempeñar un papel de primordial importancia en el proceso de Desarrollo Nacional. En primer lugar, sostiene que dichos medios pueden informar a la población sobre los programas de desarrollo, también pueden enfocar la atención de la población hacia la necesidad del cambio, y así mismo mostrar las diferentes alternativas para lograrlo. En segundo lugar dice que los medios masivos de comunicación pueden ayudar en el proceso de adopción de innovaciones. En tercer lugar, que pueden fomentar una mayor participación de la comunidad en el proceso de toma de decisiones, ayudando a la integración de la sociedad. [1]

Al igual que él, yo planteo que los Mass Media, pueden intervenir y ayudar de manera notable en el desarrollo de cualquier comunidad. El hecho es saber definir cual de ellos me ayuda, teniendo en cuenta el nivel de alfabetización con la comunidad que vaya a trabajar.


Para terminar quiero resaltar, lo que para mí sería la meta ideal de la comunicación para el desarrollo: lograr con mi acción comunicativa un proceso pedagógico y educativo, que a largo o mediano plazo, sean los mismos miembros de la comunidad los que gestionen, creen y lideren propuestas y acciones comunicacionales, procesos y soluciones; que sean capaces de generar nuevos espacios de comunicación dirigidos hacia el desarrollo de su espacio, de su entorno, de su localidad, de su región. Por esto, es importante que se haga mucho énfasis en el proceso que se lleve a cabo, en el cual la comunidad participe desde el principio, sacando el diagnóstico de necesidades y potencialidades y planee las estrategias y la misma ejecución de ellas, donde se reconozcan unos a otros como personas que pertenecen a una misma comunidad, a una misma región, a un mismo país y a un mismo, mundo. Es decir, personas capaces de pensar globalmente y actuar localmente.



[1] Scharmm, Wilbur. Mass Media and Nacional Development. Standford, U.P. 19964.
¿MEDIOS DE COMUNICACIÓN O DE INFORMACIÓN?



Cuando se ha intentado explicar por qué los medios masivos todavía están a medio camino entre la producción de información y la generación de procesos comunicativos, se ha caído muchas veces en una actitud apocalíptica en la que lo más usual es adoptar una posición de desesperanza.

Es preciso reconocer que los medios de comunicación actúan en un mercado en el que el producto que ofrecen es la información. Que información y comunicación se diferencian porque la primera implica una decisión unilateral de un emisor quien decide cuáles son los intereses del receptor, mientras que la comunicación implica que haya diálogo, que el receptor deje de ser pasivo depositario de información y pase a ser un interlocutor que encuentre caminos para la retroalimentación, para el intercambio.

Esta diferencia, a simple vista semántica, es fundamental cuando se analiza por qué los medios de comunicación no han potenciado su capacidad educadora. Educar es ayudar a descubrir, a encontrar caminos de desarrollo individual y grupal, a construir proyectos de de beneficio común, a pensar el futuro deseado, a cambiar actitudes, a reconocer diferentes formas de pensamiento y de acción, en últimas, es el acto sublime en el que se materializa el anhelo de una sociedad socialmente justa, identificada en la diversidad.

Cuando sólo se piensa en informar, se está considerando de antemano que el depositario absoluto de verdad es el emisor, que, por tanto, tiene el pleno derecho a hacer que su visión del mundo, sus actitudes, sus aspiraciones sean aceptadas sin apelación por los demás. Y esto, aparte de ser un acto de soberbia, es, sin lugar a dudas, un ejercicio antidemocrático de una labor de interés común.

La comunicación, por el contrario, requiere de la participación de los interlocutores. La comunicación es la posibilidad que tienen los medios de información de constituirse en dignificadores del hombre y de la mujer. Porque son portadores de la palabra, y la palabra permite a cada ser humano autoexpresarse, reconocerse en el intercambio con el otro, afirmarse, cuestionarse, replantear conductas, integrar nuevos pensamientos. La comunicación no puede excluir a los actores del proceso de interacción porque entonces deja de cumplir su función integradora. Sólo así la comunicación se convierte en práctica que atraviesa todo proceso educativo, pues permite abrir las puertas a nuevos universos para el pensamiento y la acción, para crear y recrear, para redescubrir al otro y en este acto descubrirse a sí mismo.
LA TELEVISIÓN Y LA DEMOCRACIA

En los últimos años la televisión se ha convertido en la fuente más confiable para la comunidad. La gente pasa muchas horas del día frente al televisor y deja a un lado la prensa escrita o el radio.

La democracia debe tener una participación del pueblo en la toma de decisiones que le afecte, es decir, que de manera abierta se discutan los problemas que afronte el país, y para esto es necesario que la población esté enterada de toda la cosa política. La televisión debería entonces cumplir con su función como medio de comunicación. Más si se tiene en cuenta que es la más vista y escuchada, y por tal razón la que más puede influir en la percepción y conciencia política del pueblo.

Pero esto parece no cumplirse, la televisión está afectando la democracia pero no de la forma que se debería esperar; no se está disponiendo de una información correcta. La información que ofrece muchas veces no es específica ni objetiva, no promueve el interés público, ni la educación ni la formación de valores democráticos.

La televisión se está utilizando con fines comerciales y esto implica que lo que se emite a través de ella tenga un alto contenido de mensajes e imágenes publicitarias, sexo y violencia. No permitiendo entonces, rescatar las prácticas de la población, porque de este modo la televisión premiaría y estimularía únicamente el esfuerzo individual de las personas. A demás, de considerar al receptor como un ser pasivo, así sea una persona o un colectivo. Uniforma y homogeniza en el consumo de la información, a los perceptores.

Sin embargo para contrarrestar de alguna manera estas acciones, se han empezado a realizar experimentos de televotación, interactivos con intercambio de información, el documento plantea que estos experimentos pueden ser el principio del retorno de una democracia directa.

Tanto en el papel de comunicadores locales como en el de perceptores de mensajes que brinda la televisión, es preciso esforzarse por tener una mirada crítica (analítica, transformada) sobre la información que recibimos.
De cualquier forma nos podemos comunicar. La más mínima situación nos puede inspirar. El escrito que a continuación enseño es el resultado de una visita al cementerio de San pedro en la ciudad de Medellín. Allí, según cuentan, una madre murió en la tumba de su hijo. Lo que quise hacer fue una posible representación de lo que ella tal vez sintió.


HASTA QUE VENGAS POR MÍ

Van cuatro días y tres noches, aún no sé nada de ti. Puedo respirar aún tú aroma y tengo la certeza de que volverás. Sé que el camino que tomaste es largo, pero tiene fin. Quisiera emprender el mismo camino que tú y encontrarnos al final.

Imagino que ni siquiera me piensas, o tal vez ¿si? Pero ¿por qué habrías de hacerlo? Nunca supiste de mí, aunque estuve tan cerca. Nunca me escuchaste, aunque te hablé muchas veces al oído.

Hoy estoy sentada, aquí, en el lugar de siempre, bajo el mismo árbol, entre las mismas rejas. En este aparente jardín, que no tiene nada de bello si tú no estás aquí. Las flores te extrañan, yo te extraño. Estoy rodeada de gente, pero la soledad me embarga. Sólo el imagina tu mirada, tu voz, tu cabello y hasta tus manos, hacen brotar de mi un llanto que no puedo evitar. Es la tristeza que inunda mi corazón.

Todos me dicen que no volverás, pero sin embargo yo te espero. Hace un calor insoportable, pero aún no me quiero ir; tengo sueño, pero no me quiero dormir; los zapatos me tallan, pero no me los quiero quitar; la verdad, es que sólo quiero que estés aquí, que vengas por mí.

La rosa que te traje comienza a marchitarse, siento que mi tiempo ya se está acabando, me estoy marchitando al igual que ella, y tú aún no llegas. El tiempo corre y el día se está acabando, ahora sobre mí sólo hay sombra, el sol alumbra a otro lado. Aunque para mí, no tiene importancia, porque desde que te fuiste, el sol dejó de alumbrar para mí. Tú eras el sol de mi vida.

Me siento cansada, pero no importa, porque comienzo a sentir que vienes por mí. Me recostaré a esperar a que acabes de llegar. Mis ojos me pesan y ahora sí los quiero cerrar, porque así te puedo ver. Coge mi mano, sé que lo puedes hacer. No tengo miedo de emprender tu camino, porque ya voy contigo. No mires atrás, ya no importa, acaso ¿no ves que ya se deshojó?